Nómadas digitales

Trabajan desde cualquier rincón del planeta y priorizan la libertad; si bien la ecuación puede resultar atractiva, no es una modalidad para todos los perfiles; el desafío de las empresas para no perder talentos
Red Car on a Mountain Path

Con su mochila, un portátil y conexión a internet conquistan el mundo. No necesitan una oficina,ni hacer carrera en una empresa (al menos de la forma tradicional). Para un nómada digital, su espacio de trabajo puede estar en la playa, en la montaña o en una gran ciudad. Ofrecen sus servicios a todos los países, suelen tener múltiples clientes -algunos permanentes y otros circunstanciales- y la elección de su localización depende de características relacionadas con la calidad de vida, sus deseos de conocer nuevos espacios o poder interactuar con otras culturas. Para ellos nada es fijo, todo puede variar, menos su deseo de libertad. Se expanden, pisan fuerte, ya son un nuevo paradigma laboral y una oportunidad para los destinos turísticos.

La relación con el trabajo es más flexible y desestructurada, pero no menos comprometida. El nómada digital tiene talento, es su capital, y lo ofrece para los proyectos que le generan interés y una retribución atractiva.

Si bien el fenómeno ya asomaba, sobre todo en trabajos relacionados con el ciclo de vida del software, la irrupción del coronavirus ha abierto los ojos de muchos empresarios a que esta modalidad es mucho más rentable, tanto a la hora de atraer talento, como en la reducción de costes en puestos de trabajo, la satisfacción del empleado o la conciliación familiar. Igualmente, muchos empleados han descubierto esta nueva forma de trabajar y se están replanteando nuevos modelos de vida que permitan un mejor equilibrio entre vida laboral y personal. “Eso no te lo da ninguna empresa, tiene que ver con tu propio sacrificio y esfuerzo, y es lo que hacen los nómadas digitales, integrar la vida con el trabajo, algo que habían iniciado ya los millennials”

Los nómadas poseen un perfil impensable en generaciones anteriores, no tienen esa conexión a largo plazo en las empresas, para ellos la carrera es propia y no en la empresa.

Otra vida corporativa

Este fenómeno en expansión plantea a las empresas nuevos retos que implican repensar varias cuestiones y aplicar cambios estructurales. Entre estos retos destacan:

  • Hay mucha gente que no quiere hacer carrera, quiere ser feliz.
  • La carrera corporativa dejó de ser atractiva en las condiciones previas a la pandemia que tenían las empresas.
  • Eso de estar en la oficina permanentemente y usar los datos biométricos para ver si cumples un horario no va con ellos.

Es necesario adaptar la vida corporativa y es necesario que las empresas lo entiendan y lo interioricen, porque los nómades digitales cada vez van a ser más y eso a nivel talento va a representar un gran handicap si quieren seguir siendo competitivas.

¿Seremos todos nómades digitales?

El camino puede vislumbrarse como posible y tentador, pero no es para cualquiera ni para todas las profesiones. También es verdad que hace algunos años parecía que el único modelo de trabajo era el de dependencia y eso se esta desdibujando cada vez más. Aun es pronto para predecir el futuro, pero lo que es cierto es que la necesidad de libertad es un requisito indispensable para cualquier nómada digital.

¿Que define a un nómada digital?

Para que una persona se pueda convertir en un nómada digital tienen que confluir varios aspectos. Si bien ya hemos visto que la principal cualidad es el deseo de libertad de la persona, las empresas y los puestos de trabajo también tiene que cumplir una serie de condiciones. Aunque podríamos pensar que la principal característica debería ser la posibilidad de realizar el trabajo en remoto o teletrabajo, esta no dejar de ser una consecuencia de lo verdaderamente importante: la relación de dependencia con la empresa. El teletrabajo brinda la posibilidad de realizar un trabajo tradicional desde “cualquier” ubicación, pero manteniendo los mismos roles laborales con horarios poco flexibles, procesos laborales muy dependientes, protocolos conexos entre trabajadores, … lo que implica una alta dependencia con la empresa y menos libertad. El nómada digital se define por la libertad, por lo que las empresas deben abordar en los próximos años un gran cambio de paradigma en el que los objetivos, trabajos inconexos y procedimientos mucho más flexibles sean su core, permitiendo así la incorporación de este talento que exige una nueva forma de plantear la relación laboral.

Comprometidos y responsables

Si bien este perfil laboral está más asociado a los jóvenes, la pandemia ha ampliado esa franja de edad y ahora existen nómades digitales de todas las edades. Es cierto que entre millennials y centennials se ve una mayor incidencia, pero hay también adultos de la generación X que se han sumado porque encontraron aquí una oportunidad de salida laboral. Siendo un fenómeno global que se apoya en la tecnología, únicamente se necesita un portátil y conexión a internet para poder trabajar en cualquier lugar del mundo por y para cualquier empresa.

Pero para ser nómada digital es necesario desarrollar nuevas habilidades, muchas veces desconocidas. “Es necesaria mucha disciplina, es decir, saber cuándo comenzar a trabajar y también cuándo finalizar (a veces es difícil desconectar). Es muy importante organizar el trabajo, pero también el ocio. En ocasiones, organizas tu día para tener una tarde más relajada y sucede todo lo contrario. Y también hay días que se vuelven más livianos. Adaptarse a ambas situaciones implica ser flexible: trabajar cuando planeaste descansar y descansar cuando planeaste trabajar”.

Los primeros beneficios de esta manera de trabajar son aquellos comparados con el trabajo en la oficina como, por ejemplo, poder elegir el entorno donde trabajar, organizar los horarios de actividad según las responsabilidades del día y hasta el plus que representa la comodidad de la ropa. Pero ser un buen profesional, competitivo, para garantizar el trabajo, también implica desventajas. Por ejemplo, se puede perder la visión global u objetiva del trabajo, interpretándolo de forma equivocada o acotada. Es muy importante estar siempre conectado con tus pares y socios laborales. Es necesaria una comunicación fluida acerca del trabajo, que ayude a organizarlo, a ampliar la mirada y entender mejor las tareas y responsabilidades.

A este respecto son muy importantes las redes profesionales, ya que permiten que esa desconexión física se vea compensada con una alta conexión con profesionales similares o con sus clientes, manteniendo al nómada al día en un mundo muy cambiante. Es en este punto donde los destinos están jugando sus bazas para atraer a los nómadas, ya que son una fuente de riqueza y sostenibilidad muy importante.

¿Que pueden hacer los destinos para atraer a los nómadas digitales?

Lo más importante y básico es garantizar la conexión a internet. Es necesario garantizar la conectividad via wifi y/o redes móviles, pero también proveer de espacios comunes o de coworking en los que los nómadas digitales puedan compensar esas ”desventajas” que tiene este modo de vida, donde se fomente la creación de redes profesionales y que se provean de servicios necesarios para su trabajo (salas de reuniones, sistemas de impresión avanzada, …).

Los “visados digitales” son otras de las herramientas con las que un destino puede atraer a los nómadas, ofreciendo un permiso de residencia extendido que les permita regularizar su status “profesional”. Ya hay muchos países en el mundo que ofrecen este tipo de visados, siendo los requisitos bastante livianos.

Por otro lado, muchos destinos también están ofreciendo ”paquetes de bienvenida” junto con el visado, que incluye tarjeta de transportes, chip de teléfono local y vouchers con descuentos en traslados, alojamientos, eventos, …


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